domingo, 17 de mayo de 2015

‘Alegrías sabor a café




Desde tiempos muy remotos la frase “acompáñalo con leche o café” es muy famosa, tanto por el sentido de ir acompañado en la vida, como en el de darle sabor a la vida; tener una satisfacción de vida es quizás lo que todos buscamos desde que dejamos de ser niños y pasamos a la adultez. Todo de la mano de una actitud positiva que nos sirva para encarar todos los retos.
Han pasado ya casi 20 años desde que la señora Martina Lizárraga pasó a formar parte de la  gran familia del mercado ‘Benito Juárez’, donde tiene su puesto de café Marino, el cual trabaja arduamente para mantener ese esfuerzo que siempre ha tenido, su espíritu de mujer guerrera; y que tomo por querer ayudar a su esposo en momentos de necesidad.
“Ser una mujer que trabaja me llena de orgullo, porque si bien mis hijos ya son grandes, me hace sentir viva; más si puedo notar la satisfacción de mis clientes; me alegra hacerlos despertar en la mañana con el café”.
Sentada en su banco y muy activa, la señora Martina recibe a todos los que se detienen en su puesto; con una sonrisa en su cara esmera alegría que desborda con las persona que llegan con prisa, y claro muy amablemente contesta ante toda pregunta hecha…
-¿Cómo es la vida de un mujer que trabaja?
- “Feliz porque hago lo que me gusta, vender café a las personas que necesitan despertarse, y productiva, porque contribuyo al bienestar de mi familia, económica como moralmente, y aunque mis hijos ya tienen sus familias, yo apoyo a mi esposo en todo lo que necesitamos, y me hace sentir emoción llegar diario a esta familia que es el mercado para hacer mi trabajo”.
-¿Cómo inicio este negocio? platíquenos de sus inicios…
- “Mira, el inicio de este negocio fue que estaba mi esposo, él es trabajador del café Marino, a él se lo ofrecieron como un extra; pero con el tiempo le ofrecieron un mejor puesto con otro horario, y el tubo que dejarlo. Como tenia ‘tiempecito’ no quisimos desprendernos de él, y yo lo quise apoyar, tomando el lugar de él, y me vine a trabajar para acá, y gracias a Dios nos ha ido muy bien”.
Siempre con una sonrisa, Martina atiende a sus clientes, platica con ellos y suelten una que otra risa por las anécdotas que cuentan. Sus manos siempre están juntas para aparentar tranquilidad, y solo se mueven si llega un cliente por un café.
-¿Cuál es la motivación para levantarse día con día para trabajar?
- “Mi motivación, es sentirme útil y poder atentar lo mejor que pueda a mis clientes; que ellos digan que se fueron alegres de este puesto de café, que a lo mejor llegaron cansados, pero aquí se tomaron un café y se despertaron para andar bien en lo que queda del día”.
Lleno de productos de café Marino, el puesto esta postrado para quien quiera llegar a sentarse en los banquitos que están posando aun lado del desayunador que resguarda todo como si fuera un fuerte al que solo llegan los que aman ese delicioso néctar llamado café, que te ‘prende’ y despierta a cualquier hora.
-¿Cómo se maneja la venta en este puesto de café Marino?
- “La venta en este puesto, se maneja en un porcentaje, ósea, por lo que tu vendas, te dan (café Marino) un porcentaje. Los productos se encargan a Marino, Marino me los trae aquí, me cobran 15 días la factura, y así tengo un tiempo para vender y sacar algo para que cuando pasen los 15 días ya tenga algo con que pagarlos”.
-¿Qué siente que le hayan dejado estos años de trabajo?
- “La verdad me ha ayudado a vencer mi timidez, antes era más vergonzosa o reservada; a entender más a las personas, porque siempre va haber gente con opiniones diferentes y aquí escuchas de todo; también he aprendido a comunicarme mejor, y aprender cosas nuevas de los demás puestos que están en el mercado”.
Con una café en mano, Martina y la gente que llega al puesto a tomar o comprar, miran a todos lo que pasan por ahí; ya sean limosnero o gente que lucha para sobrevivir, a tal caso de un señor que hace equilibrio de objetos pesados con su nariz, él y otros más reciben una moneda o dos, de los tenderos y comerciantes de los puestos del mercado. Una de muchas anécdotas de lo majestuoso que es entrar en el mercado.
-¿Cómo describiría los productos de café Marino?
- “Excelentes, a muy buen precio, porque jamás he tenido una queja de los clientes, y veo sus caras de satisfacción, porque lo productos de café Marino, son de los mejores que hay en Mazatlán, y creo mucha gente lo sabe, y por eso vienen a comprar aquí; también debo decir que por ellos he hecho muchos amigos.
-¿Qué tanto la han apoyado sus hijos en este su trabajo?
- “Mis hijos el apoyo que me han brindado es muy significativo para mí desde chicos, cuando yo me enfermaba ellos venían cuando eran adolescentes; ahora que ya son adultos siguen viniendo a visitarme de vez en cuando, a tomar café, y a veces a pedirme ayuda (risas)”.
Para la señora Martina una de las mayores alegrías en su vida, es convertirse en abuela, ya que con 50 años, es una mujer que no aparenta ser una abuela, más bien es una abuela joven, que con mucho cariño trata a sus nietos como si fueran sus hijos, y siempre muestra todo su apoyo a sus hijos moralmente.
-¿Qué le ha representado en su vida ser abuela?
- “Para mí el ser abuela es algo muy hermoso, casi tanto como ser mamá, porque ves que la familia crece y te da alegría. En mi trabajo también me ha servido, porque soy más paciente, y pienso que a los nietos se les disfruta porque a veces a los hijos no los puedes disfrutar tanto como a ellos por trabajo y cosas así. Luego viene mi nieta “Alin” a ayudarme los domingos para que vaya aprendiendo del negocio familiar, eso me hace sentir más animada”.
Con el tiempo llega un señor a pedir un café, y cuenta tres historias, curiosamente son de su pasado, que ligeramente llega a hacerte creer que estás ahí, como un sentimiento de nostalgia se refleja en la cara del hombre, que se siente como en casa platicando con sus amigos que toman una taza de café caliente.
-¿Cuál cree que sea la clave para tener una vida Feliz?
- “Para tener una vida feliz, yo pienso que lo primero es ser honesto, ser honesto con uno mismo, para poder ser honesto con los demás, así las personas van a ver que eres una persona clara y vas a tener muchos amigos que confíen en ti y tu podrás confiar en ellos. Para mi esa es la base de la felicidad, llevar una vida tranquila sin ofender a nadie y esforzándose por salir a adelante”.
Martina ve una sociedad donde quizás mucha gente viva inconforme, pero ella piensa que dándole una sonrisa a la vida las cosas pueden ser más fácil; ser una buena esposa, una buenas hermana, una amiga y una mejor abuela son la motivación de Martina Lizárraga para echarle ganas a su trabajo y a su vida, la cual ella describe como muy buena, y que cree que no le falta mucho por hacer.
“Mientras ya puedo levantarme, espero seguir viniendo al mercado a trabajar y atender a mis clientes; ya en un futuro espero que mis hijos o nietos vengan a seguir teniendo de pie este negocio que el café Marino nos permite trabajar”.
Las industrias Marino es una empresa a quien la señora Martina le va agradecer siempre por el trabajo que le ha permitido ser una persona ‘luchona’ estos últimos casi 20 años. Ella se muestra muy activa y rápida para responder a los pedidos de la gente, y siempre despide a todos con un “que te vaya bien” hija, hijo, señora, señor, etc. Todo con el fin de quedar en la memoria de una sociedad acogedora y reconfortarle, creada por las personas que venden y consumen en esta familia.

Alexis García

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